Un hombre que vino del cielo y la maldita cruz

Un hombre que vino del cielo y la maldita cruz

Desde el cielo, la visión de la muerte más cruel, terrible, vergonzante y humillante creada por el hombre era la cruz.
La cruz No es para venerarla
La cruz significa maldición
Es el símbolo de maldición

Gá. 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero (maldito por Dios es el colgado Dt. 21:23),

El Padre escoge la peor manera de morir para darnos un mensaje y que entendamos cual era nuestro merecido castigo por pecadores. La cruz de vergüenza es lo que merecíamos.
Ro. 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
La cruz nos recuerda que alguien tomó nuestro lugar de maldición.
Se hizo maldito en lugar nuestro, por la humanidad entera. El hombre era un maldito.
Jesús crucificado es un cuadro donde convergen la maldición y el amor. La maldición de la cruz y el amor de Dios.

El hombre que yace colgado del madero de la cruz es el que amándote sufrió las injurias, la tortura y la muerte para decírtelo con hechos; que te ama, tomó tu lugar y quiere bendecir tu vida.

No es la cruz que debes amar, es a Jesús que no quiso que seas más un maldito y Él se hizo maldito para que tú seas bendito del Padre.
Mt. 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Si tú puedes ver con fe a Jesús tomando tu lugar y arrepentido de tus pecados le pides perdón, y te comprometes a vivir una vida que lo glorifique, serás salvo.
Las serpientes ardientes del desierto y la serpiente de bronce.
Jn. 3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él